Mudos testigos, de Luis Ospina y Jerónimo Atehortúa

De melodramas y falsas ficciones

Esta es la película definitiva del cine silente colombiano, un periodo definido por la precariedad y la escasez cinematográficas, pues se produjeron menos de veinte largometrajes, la mayoría de los cuales sobreviven solo parcialmente en sus metrajes. Y es con muchos de estos que se arma esta historia, que no es la de ninguno de ellos, pero que bien pudo condensarlos y representarlos en un ingenioso y creativo ejercicio de apropiación y construcción de una nueva ficción. Ver esta película es ver todas aquellas y, además, conectarlas con el presente.

¿Qué es el cine?

Oswaldo Osorio

Esta pregunta tiene muchas respuestas. Una primera y rápida para un estudioso del cine es que se trata del título del icónico libro de André Bazin. Otras más, empiezan por el fenómeno que lo define: la imagen en movimiento, pasando por la combinación entre máquina y sentimiento o su doble carácter de arte e industria, hasta llegar a la declaración de su muerte en la transición del siglo XXI o al debate desatado por Scorsese sobre si las películas de Marvel son cine o no. Pero también puede definirse como el arte total o el de la síntesis del tiempo o el de la luz.

Fernando León de Aranoa
Cine para los márgenes y los desoídos

Oswaldo Osorio

En el cine es muy difícil conciliar, por un lado, las realidades dramáticas con el humor, y por otro, que las películas gusten tanto al gran público como a la cinefilia más exigente. Fernando León de Aranoa ha conseguido ambas cosas en la mayoría de sus títulos de ficción y eso lo ha convertido, tal vez, en el director español más importante de este siglo. Si esto lo definieran los premios Goya (que son como los Oscar de España), definitivamente lo sería. Pero su obra va más allá de premios a la popularidad entre sus colegas y de las cifras de taquilla, porque su cine es entrañable y reflexivo, tan sencillo como profundo y con un compromiso con la realidad y con seres marginales que, sin duda, lo harán duradero.

Babylon, de Damien Chazelle
La gran ramera

Oswaldo Osorio

Esta película puede ser fascinante para un cinéfilo afecto a la mitología temprana del cine de Hollywood, pero también puede resultar extravagante, larga e insoportable para espectadores más desprevenidos o que disfrutaron del amorío melifluo y trillado de La La Land, dirigida por el mismo Chazelle. Y es que esta audaz y desinhibida obra es de esas que divide al público en dos, entre amores y odios. Este texto pertenece al primer grupo, el del cinéfilo que disfrutó su historia y excesos.

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NOTICIAS

Salas de cine y cineclubes en Medellín

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En 1956 se funda el Cine Club de Medellín. Esta fecha y suceso sirven de punto de partida de este libro para contar una doble historia que corre paralela y que se entrecruza en ciertos escenarios y momentos, enriqueciéndose una a la otra por esos puntos de contacto. Así mismo, podría decirse que hay una tercera historia entre líneas, pues este recorrido y reflexión pone su acento en la exhibición alternativa de cine en la ciudad y las dinámicas y connotaciones socio-culturales que esto representa. Este texto tiene como propósito aportar a la memoria cinematográfica, audiovisual, social, cultural y patrimonial de la ciudad de Medellín, para conseguir este objetivo, dispone no solo de un trabajo de inventario, descripción y reflexión sobre su objeto de estudio, sino también de un rico material visual que da testimonio de esta historia.
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CINE COLOMBIANO

Realismo cotidiano en el cine colombiano

Oswaldo Osorio
Uno de los más importantes preceptos de la crítica de cine es tener presentes los diferentes cánones a los que se ajustan las películas, es decir, no juzgar un filme desde un canon o modelo al que no pertenece. A buena parte del cine, sobre todo el de entretenimiento y de género, se le aplica como canon la narrativa clásica o el paradigma aristotélico de los tres actos y el conflicto central, por ejemplo. Otro canon puede ser el realismo social, conocido también como realismo crítico, al cual pertenece una significativa tendencia del cine latinoamericano de los años sesenta y setenta, un cine comprometido con su contexto socio-político.
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