Una optimista bien informada

Por Oswaldo Osorio

El título de esta película parece una ironía, al menos así es para quienes conocen la filmografía de este director, porque sus historias y personajes casi siempre están cargando con el peso de la vida y sus adversidades. Mike Leigh es para muchos el mejor director inglés de los últimos tiempos, desde que con su inquietante y reveladora Naked (1993) ganara la Palma de Oro en Cannes. Y en adelante, con títulos como Secretos y mentiras, Chicas de carrera, todo o nada y Vera Drake, descargó sobre el público algunos de los más intensos dramas que se hayan visto en el cine reciente, todos ellos afincados en un realismo que tiene como protagonistas a personas comunes y corrientes en medio de su cotidianidad. Por eso esta nueva película sorprende tanto, porque el personaje y la visión del mundo que nos propone está en las antípodas de sus devastadores y, al mismo tiempo, entrañables dramas.

La vida es dulce (los genios que rebautizan las películas en español no se enteraron que ya en 1990 Leigh hizo un filme con este mismo nombre) tiene como título original Happy-go-Luky, una expresión que hace referencia a una persona que ve la vida con optimismo y siempre está feliz y tranquila. No podría haber una mejor forma de describir a Poppy, la protagonista de esta cinta, una maestra de escuela a quien le debe doler la cara cuando no está sonriendo y que va por el mundo tan contenta como es posible serlo.

Es posible que muchos consideren chocante esta actitud de siempre estar feliz y procurando divertirse con todo, pues podría pensarse que una persona así es muy ingenua, le falta criterio para ver la vida o está evadiendo algo con ese comportamiento. Pero desde la primera secuencia queda clara la verdadera naturaleza del personaje por medio de un recurso muy eficaz, y es que cuando le roban la bicicleta, más que por el robo, Poppy se lamenta por no haberse podido despedir de ella, y dicho esto, empieza a caminar tan contenta por la calle como si fuera un bello camino sembrado de flores.

Dicen por ahí que un optimista es un pesimista mal informado, pero no es el caso de Poppy, pues no se trata de una mujer cándida ni desconectada de la realidad, al contrario, a sus treinta años tiene muy claro qué quiere en la vida y cómo la quiere vivir; además, afronta con seriedad los problemas que así lo demandan, como el de su alumno maltratado, por ejemplo, o también puede endurecer su carácter en los momentos en que tiene que hacerlo, como cuando tuvo que encarar a su instructor de conducción, un hombre absolutamente contrario a Poppy, un personaje que, aunque aisladamente pareciera un poco forzado y hasta caricaturesco, funciona muy bien para contribuir, por medio del contraste, a la construcción de la protagonista y su visión del mundo.

De manera que no es en ningún caso una película complaciente, ni inverosímil, porque en últimas lo que vemos es a una mujer inteligente y sensible que decide asumir una posición ante la vida, un poco estrafalaria (como su vestuario y su expresión corporal) y hasta empalagosa, pero consecuente con una lógica kármica, que no es otra cosa que la lógica de la causa-efecto y del sentido común, esto es, si se asume la vida con tranquilidad y buena voluntad y se establece una relación generosa y desenfadada con los demás, lo más probable es que todo resulte bien en la vida, y lo que resulte mal, pues con esa misma actitud se tratará de resolver.

A despecho de esta descripción de Poppy y su filosofía de vida, no se trata de una historia empalagosa e irritante por su optimismo, porque Mike Leigh sabe muy bien plantear ese tono entre sutil, realista e intimista que le ha puesto a sus otros filmes, con la gran diferencia que con un personaje así sólo podría resultar una comedia. Por eso lo que vemos es la historia de una mujer que podría ser cualquier otra, enmarcada en una cotidianidad que no es distinta a la de gran parte del mundo, pero en la que ella hace la diferencia con esa actitud que asume y que lo transforma todo.

Publicado el 31 de julio de 2009 en el periódico El Mundo de Medellín.

FICHA TÉCNICA
Título original: Happy-go-lucky
Dirección y guión: Mike Leigh
Producción: Simon Channing Williams
Música: Gary Yershon
Fotografía: Dick Pope
Reparto: Sally Hawkins, Alexis Zegerman, Andrea Riseborough, Samuel Roukin, Sinéad Matthews, Kate O'Flynn, Sarah Niles, Eddie Marsan.
Reino Unido – 2008 - 118 min.

 

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