Cómo apreciar una película

 

Por: Oswaldo Osorio

 

 

- Primero que todo, procurar siempre ver cine en las mejores condiciones. Una película en una pantalla muy pequeña, una mala copia, el sonido deficiente o en un ambiente no propicio, se refleja en el disfrute y, consecuentemente, en la opinión que luego se tiene del filme.

- No le pida a una película algo distinto a la intención con que fue hecha. Es decir, no se debe juzgar una película comercial, por ejemplo, como si fuera de cine arte, o viceversa. Hay que  ver el cine sin prejuicios, bien predispuestos al tipo de película que va a presenciar. No cometa el error de quien dice que no le teme a los fantasmas antes de ver una cinta de horror.

- No es necesario que conozca el lenguaje y la teoría del cine para apreciar debidamente una película. Recuerde que el cine, esencialmente, es sobre la vida. Aún las historias fantásticas son protagonizadas por personas y lo que les pasa genera sentimientos y posiciones éticas en ellas. 

- Y si le interesan los elementos que componen un filme. Los fundamentales son: Guión (personajes, acción, conflicto, diálogos, estructura narrativa), Fotografía (iluminación, movimientos de cámara, composición), Puesta en escena (escenarios, decorados, vestuario, maquillaje, interpretación), Montaje (ritmo y continuidad) y Banda sonora (música, sonidos, efectos sonoros).  

- No existe una “fórmula mágica” para saber si una película es buena o mala. Una pauta ideal para saberlo es hacerse dos preguntas básicas:

 1. ¿Sobre qué es la película? Es decir, cuál es la esencia del filme, la idea que el director quiso plantear y desarrollar. No hay que confundir esto con el tema. En Titanic, por ejemplo, el tema es la catástrofe del trasatlántico, pero en esencia es una historia de amor. O en La vendedora de Rosas, el tema son las niñas de la calle, pero la idea fundamental desarrollada sobre este tema es el desamparo.

 2. ¿Cómo son usados los recursos para desarrollar esa idea? Porque todo lo que hay en una película siempre está en función de lo que ésta se propuso decir o transmitir, no importa el tipo de cinta, ya sea la de planteamientos profundos o la que es puro entretenimiento. Y esos recursos no sólo se refieren a los que componen un filme, anotados antes, sino que también son elementos extra-cinematográficos, como referentes artísticos o históricos, ideas, sentimientos, simbolismos, etc.

- No se trata de hacerse estas preguntas durante la película y estar demasiado pendiente de los planos y esas cosas, porque eso también arruina la emoción y el disfrute del cine. Pero tampoco se quede sólo con la historia. Hay que reflexionar sobre ella e interpretar lo que allí ocurre. En otras palabras, no hay que perder la inocencia con el cine, pero tampoco dejar pasar toda esa carga de sentido que tienen muchos filmes y sus imágenes.

- Después de ver una película, lea críticas bien argumentadas sobre ella, pero no sin antes hacerse a una opinión sobre el filme, para que compare y complemente juicios. Con esta práctica cada vez hará una lectura más completa de las películas,  y así, el disfrute no sólo será emocional sino también intelectual.  

- Pero por encima de todos los consejos, está el de Francios Truffaut, cuando decía que la mejor escuela de cine es matiné, vespertina y noche.

 

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